No estamos listos para que la IA tome el control de las búsquedas en internet

No estamos listos para que la IA tome el control de las búsquedas en internet

La inteligencia artificial, que se mete en cuanto hueco encuentra (y si no lo encuentra lo hace), ha llegado a las búsquedas en internet. OpenAI lanza su propio motor de búsqueda, decidido a contraatacar contra su rival número 1. Google, por su parte, tiene miedo: el dilema del innovador no lo deja dormir por las noches y lo lleva a darle (cada vez un poquito más de) lugar a la IA en sus resultados de búsqueda. El resto de los jugadores no se quedan atrás y se animan también a pensar en un futuro diferente. ¿Al listado de enlaces le queda el tiempo contado? ¿Y al verbo googlear?

Hay un consenso bastante amplio que la búsqueda potenciada por IA todavía está verde: simplemente no funciona lo suficientemente bien aún. De cualquier modo ya sabemos que eso no significa nada: la IA se mueve a ritmos frenéticos y Clayton Christensen nos enseñó que una performance deficiente es lo esperado para estas etapas. A veces pecamos de mirar demasiado el presente y subestimar el futuro de un plazo más corto que mediano y ni hablar del largo donde ya estamos todos muertos.

El tema es que me está costando un tanto ver cómo carajo van a solucionar algunas cuestiones que son parte del corazón de la búsqueda en la web. Siendo así, sospecho que la IA tiene mejores perspectivas de ganar batallas en otros campos, al menos hasta que algunas cuestiones se acomoden a fuerza de sangre, sudor y cuerpos desmembrados en el fragor de la batalla (bueno, me calmo).

Sin más preámbulo, los 5 desafíos que tiene la IA para resolver la búsqueda en internet, de menor a mayor según el criterio de este servidor:

5. El tráfico perdido

Desde que leí a Donna Meadows que me obsesiona pensar la lógica de los sistemas que operan detrás de las cosas. Uno de esos sistemas que viene peligrando hace rato es el que tenía un delgado equilibrio entre generadores de contenidos y motores de búsqueda y que Google viene rompiendo desde hace años. La web supo proveernos del mejor contenido porque había incentivos para hacerlo: el tráfico (y la posibilidad de monetizarlo). A medida que la empresa del alfabeto empezó a intentar resolver las respuestas a las dudas de los usuarios sin autorizar el pasaje correspondiente a la fuente del contenido original, empezamos a preguntarnos sobre el impacto de esa falta de incentivos para los creadores de la web. Este no es un problema nuevo, pero claramente no está resuelto y día a día leeremos más sobre la necesidad de retomar el control de la plataforma sobre la cual se publican los contenidos. Las plataformas y las redes sociales ya han roto demasiado. La búsqueda de la IA es solo un paso más hacia la profundización de esta problemática que sigue sin resolverse.

4. Los términos de búsqueda

A pesar del montón de innovación que representa la búsqueda con IA, hay algo que no parece haber cambiado por debajo: una búsqueda en base a palabras claves. Cuando interactuamos con OpenAI está a la vista: nuestra pregunta se convierte en una consulta a Bing (sip, triste pero real). No sé si les pasó pero me indigna especialmente ver las búsquedas que hace ChatGPT para resolver mis consultas. Si algo he perfeccionado en estos 26 años que llevo usando internet es mi capacidad de resolver una búsqueda eligiendo la combinación de palabras claves correctas. No tengo una postura tomada sobre el verdadero motivo para que la transformación de pregunta a palabras sea tan deficiente pero voy a apostar mis porotos a un exceso de especificidad y una falta de consideración sobre cómo se presenta la información en la web. Este tema podría dar para profundizar, pero no sé si justifica porque es un problema que sí se debería solucionar más temprano que tarde.

3. La vagancia (o el problema de los 5 primeros resultados)

Lo de los términos de búsqueda es malo, pero si tenemos en cuenta que, por una cuestión de uso eficiente de recursos, la búsqueda por IA nunca avanza más allá de los primeros resultados, tenemos un problemita potenciado. Sí, ya sé, nadie mira más allá de los primeros 10 resultados. Pero cuando no encontramos lo que buscamos en esa famosa primera página (el sueño húmedo de los muchachos del SEO) reformulamos la búsqueda. Y eso sí que es algo que no vamos a ver. Con la IA, los primeros resultados son lo que hay y punto. Que sea problema del usuario repreguntar y reformular la pregunta (y no la búsqueda).

2. La alucinación

Estamos muy lejos de una tasa de alucinación aceptable para la búsqueda en internet. Son muchas las veces que no encontramos lo que buscamos a la primera (y a veces a la segunda o la tercera). Escudriñar en las fuentes de una respuesta es demasiado costoso. Y si no podemos confiar (y hoy no podemos) entonces el ROI de la búsqueda con IA está muy por debajo del de nuestra vieja y conocida búsqueda en el viejo Google.

1. El vallado invisible

La guerra por el dominio del mundo está a pleno. Una de las armas que se despliega en la batalla es un vallado invisible que impide el acceso de los guerreros de algunos ejércitos a los terrenos de otros (o a terrenos neutrales, por qué no). La vieja metáfora de la punta del iceberg, que representa el poco contenido indexado por los buscadores vs la totalidad del contenido existente en internet ahora requiere de una reinterpretación donde cada empresa accede a un iceberg diferente de la otra, gracias al uso de norobots.txt y accesos a contenidos solo permitidos mediante acuerdos previos. Ganar la guerra requiere tomar territorios y, en terrenos parcialmente ocupados, los usuarios seguro perdemos. Sumemos la falta de transparencia al usuario sobre el control de los terrenos y el resultado es una búsqueda parcial, ciega, mala y poco confiable.


¿Podemos esperar soluciones rápidas a estos problemas? Algunos se están trabajando activamente y parecen más sencillos de resolver que otros. En un escenario tradicional diría que tenemos para rato pero como estamos hablando de inteligencia artificial podría estar equivocado. Habrá que ver. Mientras tanto en (los resultados de abajo de) Google confiaremos y estaremos atentos a algún jugador que busque posicionarse con un acercamiento alternativo a los que estamos viendo hoy. No está claro el panorama, pero va a ser una batalla central en la guerra por el control de nuestras vidas. Estaremos atentos.


This article is also available in English on my Medium page, «We’re Not Ready for AI to Take Control of Internet Search»