El project manager y los conflictos de intereses

El project manager y los conflictos de intereses

Nos pagan por solucionar quilombos. Si no hubiesen quilombos en nuestro trabajo, nuestro rol no tendría razón de ser. Nadie nos pagaría un sueldo por armar bellos diagramas de gantt representativos de la realidad o por revisar burndown charts que bajan como toboganes de plaza. En un mundo ideal, el project manager no existiría. Es más, en la comunidad ágil la idea de la irrelevancia del scrum master en equipos maduros está bastante extendida. Puntos para la agilidad, aunque más no sea por esta hermosa utopía.

Hay una cosa dentro del laburo del project manager que se llama gestión de stakeholders. In a nutshell, esto quiere decir que:

  1. Lo que hacemos impacta a mucha gente, que piensa diferente y tiene intereses distintos.
  2. Que no se alinean solitos (por eso hay que “gestionarlos”)

Y como se sabe, lograr que mucha gente comparta una misma idea o plan es uno de los trabajos más difíciles del mundo (hola política).

El equipo piensa que la solución técnica propuesta por el cliente no es recomendable. El cliente pide cambios a último momento. El cliente pide cambios a último momento pero pretende que la fecha de entrega se mantenga. No sabemos qué quiere el cliente porque los distintos representantes del cliente no se ponen de acuerdo en lo que quieren.

Un primer abordaje para estos problemas es entender lo que está por detrás del pedido. Muchas situaciones que se plantean como dicotomías no son tales y entender los verdaderos motivos que van por detrás de lo verbalizado es clave para diferenciar aparentes conflictos de conflictos reales. La habilidad para detectar estos motivos y gestionar los acuerdos es clave e increíblemente valiosa en el mercado laboral (y muy difícil de reemplazar por IA, ya que estamos). 

Es verdad que hablando se entiende la gente, el tema es que no todas las diferencias se arreglan charlando. Algunas veces hay intereses realmente contrapuestos.

Aunque la definición típica de conflicto de interés desde un punto de vista legal o ético no aplique a este caso, sí pueden presentarse conflictos de intereses desde un contexto más profesional y operativo en el día a día del PM. Tomar posición por la empresa, el cliente o el equipo puede ponernos en conflicto con el resto de los interesados. Según cómo entendamos nuestro rol y nuestra representación, estaremos más orientados a posicionarnos en un lugar o en otro. De movida, el modelo más tradicional de project manager se posiciona naturalmente del lado de la empresa mientras que el modelo más ágil del lado del equipo.

La empresa pide que todos los pedidos del cliente se ejecuten sin mayor discusión, no importa si son caprichitos o no. La empresa quiere que el proyecto se entregue en fecha a costa de lo que sea que tenga que ser y después se verá como se resuelve. La empresa quiere bajar los costes y mejorar la eficiencia y eso implica recortar el equipo. 

Cuando en los conflictos sale el cliente y entra la empresa, la cosa se pone peliaguda porque aunque aquí también hay cuestiones que sí pueden resolverse hablando, la relación equipo-empresa plantea conflictos más complejos y estructurales con relaciones de poder disímiles.

En primer lugar y, cómo ya dijimos anteriormente, saber cómo entendemos nuestro rol y, por consiguiente, dónde estamos parados, es fundamental. El aforismo griego “conócete a ti mismo” funciona bien para estos casos, ya sea en forma de cuadrito arriba del escritorio o de remera para llevar a la oficina. En segundo lugar, las posiciones se toman por acción o por omisión. No existe tal cosa como no tomar una posición. Francia toma la segunda, por ejemplo (ja! creían que no la iba a hacer). Finalmente, toda posición tiene compromisos y hacer explícitos los compromisos es fundamental: comunicar y documentar para construir entendimiento. 

A esta altura es altamente probable que la línea del “todos ganan” ya haya sido superada: gana uno o gana otro. O en realidad, con mucha más frecuencia de lo que nos gustaría aceptar, más temprano o más tarde, el escenario más común es el de pierden todos.


Si este artículo te pareció interesante no dejes de sumarte a la charla abierta y gratuita “¿De qué lado estás? El project manager, entre la empresa y el equipo”, el próximo lunes 10 de febrero donde discutiremos escenarios y casos reales donde los intereses de la empresa y del equipo no se alinean.

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