Como vivir de la fotografía y no morir en el intento
La fotografía es un rubro que me es cercano, no tanto por mi indiscutible inutilidad crónica en el manejo de la cámara, sino porque trabajando en diseño y comunicación visual aprendí a valorar el trabajo profesional del fotógrafo como un elemento clave que te resuelve un trabajo por completo (o te complica la vida cuando es de mediocre factura).
Tucumán es un caso particular dentro de nuestro país en cuanto a cantidad y calidad de fotógrafos y seguramente la Tecnicatura Universitaria en Fotografía de la Facultad de Artes de la UNT tiene mucho que ver. Cuando la competencia es mucha y la demanda local no crece al mismo ritmo que la oferta, ¿qué se puede hacer para evitar caer en la trampa de tirar abajo los precios y pelear mano a mano con los colegas por el centavo?
Vamos con 5 ideas para empezar a pensar el negocio de la fotografía de forma diferente:
Descubrir qué es lo que valora nuestro cliente
Ser el mejor fotógrafo no sirve de nada cuando nuestro cliente no puede diferenciar entre nuestras fotos y las que saca su hijo con la cámara del teléfono. ¿Suena duro? No debería. Trato personal, flexibilidad, receptividad a pedidos específicos, tiempos de entrega y puntualidad son algunos de los atributos que los clientes valoran del trabajo de un fotógrafo profesional. ¿Lo tenemos en cuenta en nuestro día a día?
Diferenciarse como estrategia
Cuando nuestro trabajo se parece al mismo que hacen otros tantos, lo convertimos en un commodity y en ese momento pasamos a competir solamente por el precio porque, si lo que hago es lo mismo que hacen los demás, ¿por qué alguien habría de pagar más por lo nuestro? Diferenciarse es la clave que nos permitirá conseguir los clientes que queremos al precio que queremos cobrar. Especializarse es un camino pero no es el único; detectar el valor para el cliente (ver ítem anterior) y reconvertir nuestra propuesta en base al mismo es un imbatible.
Diseñar procesos y experiencias
El diseño del servicio ayuda a asegurar que el fotógrafo ofrezca de manera consistente lo que sus clientes requieren, minimizando también el gasto en actividades que no aportan valor. Se diseñan los procesos, los estándares de atención, todos los elementos tangibles que enmarcan la prestación del servicio e incluso la experiencia del cliente. No olvidemos que si la misma es lo suficientemente satisfactoria, los compradores volverán a requerir nuestros servicios.
Entender nuestros costos y aprender a fijar precios
Los costos nos marcan el piso de nuestros precios: cobrar menos que lo que nos cuesta realizar el trabajo garantiza un pronto final para nuestro emprendimiento (y en muchos casos el final de nuestra relación de pareja también). Pero los costos no deberían ser el único factor a tener en cuenta. El precio es la variable de mayor incidencia en nuestra ganancia así que pensar en formas de maximizarlo parece ser un buen punto de partida.
Explorar opciones fuera de la fotografía social
El mundo del fotógrafo a veces parece empezar y terminar en la fotografía social. ¿Hay opciones? Claro que sí, aunque requieren una cuota adicional de estudio, investigación y/o inversión. Todo ha cambiado desde el momento en que la fotografía se convirtió en un producto de ceros y unos, potenciado por Internet, que ha abierto puertas que hasta hace unos años no solo eran inviables sino, directamente, inimaginables.
Los días 23 y 24 de junio de 14 a 17 hs. estaremos discutiendo éstas y otras cuestiones en el Seminario “Marketing para Fotógrafos”, organizado por Infoto Escuela. Para costos y mayor información comunicarse al (381) 4304687 o por mail a [email protected].
Publicado originalmente en el Blog Taylor Tenía Razón en La Gaceta